16 de agosto de 2017

La Tempestad

También las artes cambian al mundo

16/06/2025

Cine/TV

La nación que no podrá volver a ser

‘La isla mínima’, de Alberto Rodríguez, es una película que hace una lectura de los difíciles años de la restauración democráctica en España. Federico Romani ahonda en el filme, que se puede ver en la Cineteca Nacional

Federico Romani | martes, 10 de abril de 2018

Fotograma de 'La isla mínima', de Alberto Rodríguez

En septiembre de 1980, plena “transición”, arriban a las marismas del sur de España dos policías con el encargo de investigar la desaparición de dos adolescentes. Uno de los investigadores es un represor de la época franquista “readaptado” a los nuevos tiempos, que debe lidiar con los resquemores que esa condición infame despierta en el ánimo de su compañero de trabajo, taciturno e introvertido como si cargara sobre sus espaldas con todo el peso de la historia reciente del país, de la que su involuntario compañero parece ser un recordatorio ambulante, ominoso. En la tensión interna de ese dúo, el director Alberto Rodríguez apuntala la oscuridad de una realidad que va revelándose (dificultosamente) en capas, cada una más opaca que la anterior, como si la ruina moral de toda una nación encontrara una faceta física en ese archipiélago estragado. La isla mínima, filme de Rodríguez estrenado en 2014, no es un testimonio –mucho menos un alegato– sobre los difíciles años de la restauración democrática, pero tiene mucho de convocatoria fúnebre por lo que la nación ya no podrá volver a ser. Rodríguez tiene muy presente el cine de la violencia rural que lo precedió –muy especialmente Furtivos (1975), de José Luis Borau– pero cuida muy bien de no caer en la simple evocación manierista que es la desgracia de buena parte del cine negro que se filma hoy. La isla mínima es perturbadoramente contemporánea por su capacidad para leer el pasado en el que se hunde y, al mismo tiempo, hacer lucir sus temas como tremendamente actuales. Y si el espacio cinematográfico en el que se desarrolla –que parece los restos calcinados de algún spaghetti western nublado y terroso– posee esa siniestra capacidad sugestiva, es porque tanto el guionista como el director han sabido desplazar hacia una realidad constatable las convulsiones de un mal atávico y colectivo que, ante el dudoso progreso de la humanidad, sólo sabe resolverse en violencia.

Comentarios

Notas relacionadas

Cine/TV

Blackhat, nuevo trailer

Ciudad de México, 5 de febrero.- Este mes se estrenará Blackhat, la nueva película de Michael Mann, ficción que sigue a un convicto que se enlista para atrapar a los involucrados en un crimen cibernético. La película adquiere mayor relevancia con la reciente filtración de documentos de Sony Pictures, empresa víctima de un hacker en […]

jueves, 5 de febrero de 2015

Cine/TV

La Berlinale anuncia su programación

Las nuevas películas de Fatih Akin, François Ozon, Denis Côté y Angela Schanelec, entre otros, competirán por el Oso de Oro

jueves, 13 de diciembre de 2018

Cine/TV

La mirada documental

El Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México (DocsMX) proyecta filmes que reflexionan sobre el presente en diversos contextos del mundo.

jueves, 12 de octubre de 2017

Optimized with PageSpeed Ninja