05/05/2025
Artes escénicas
La larga marcha de los animales

Si The Walk (2021), con su marioneta de tres metros y medio de alto, hizo de la Pequeña Amal (una niña siria de diez años de edad) un comentario sobre la migración que ha recorrido 17 países, The Herds (2025) representa el turno de los animales, de la vida amenazada por el calentamiento global. Detrás de ambos proyectos se hallan The Walk Productions –agencia británica fundada por el dramaturgo David Lan y la productora Tracey Seaward– y la Handspring Puppet Company (Ciudad del Cabo), bajo la dirección artística del palestino Amir Nizar Zuabi.
La manada de marionetas de tamaño real comenzó su andadura en Kinshasa el 10 de abril. Ha seguido su camino por otras ciudades africanas (Lagos, Dakar, Marrakech) y cruzará Europa para, finalmente, previa escala en Trondheim, llegar al Círculo Polar Ártico a principios de agosto. The Herds es un ambicioso proyecto escénico que involucra artistas de cada lugar que atraviesa, donde los diseños del Ukwanda Puppetry and Designs Art Collective son animados por diversos intérpretes. Así, veremos caminar por las calles de Madrid o Venecia cebras, ñus, monos, jirafas y babuinos, en peregrinación hacia el frío del norte.
Concebidos para el diálogo entre las artes y el ambientalismo, múltiples eventos tendrán lugar en cada escala, así como la aparición de otros animales creados por titereteros locales. The Herds (las manadas, los rebaños) es, al mismo tiempo, un proyecto de arte público, una estrategia de activismo climático y una gran escuela donde se transmitirán saberes sobre la creación de marionetas y sus posibilidades expresivas. Cientos de artistas se han sumado ya a las actividades en los distintos países: en cada ciudad la experiencia adquirirá matices distintivos.
Los videos que se han ido subiendo en el canal de YouTube de The Herds muestran un fuerte elemento dancístico en el paso de la manada por las ciudades africanas, pero éste tiene un carácter diverso, que a veces se orienta a lo dramático y otras a lo ritual. Lo cierto es que en los próximos meses será posible atestiguar –en Barcelona, París, Londres o Estocolmo– el paso de animales a la vez reales y fantásticos, capaces de agitar preguntas sobre lo que los hombres serán capaces de hacer en una emergencia climática causada por su huella en la Tierra.