16 de agosto de 2017

La Tempestad

También las artes cambian al mundo

01/05/2025

Literatura

La ciencia del caos de Rodrigo Fresán

‘La parte recordada’ (2019) es la novela más reciente del argentino; aquí, Federico Romani reseña el libro, que cierra la trilogía del autor

Federico Romani | martes, 25 de febrero de 2020

Imagen - Rodrigo Fresán, escritor argentino

Rodrigo Fresán dice que se inventa recordando hacia adelante, como si el futuro fuera un refugio, el campo para la resistencia. La frase tiene casi demasiado sentido y podría imaginársela como dicha por Cocteau a Man Ray ese atardecer de noviembre de 1922, en el preciso instante en que le pide que fotografíe a Proust, que acaba de morir. Inventar hacia adelante es aumentar la memoria, correrla del presente, quizás porque la realidad está sobrevalorada, como decía Nabokov. Proust y Nabokov, entonces, ya no como escritores sino, como los entiende Fresán, vueltos un sistema de hábitos de lectura. La trilogía que viene a completar La parte recordada (2019) es un prospecto de daños y beneficios colaterales: ¿qué efectos secundarios puede producir el intento de hacer pasar toda la vida a través de la literatura?

Nabokov (la forma del libro confundiéndose con su trama) y Proust (escribir como una grafomanía nocturna a medio camino entre el soñar y el recordar) son los pasos de un aprendizaje, casi un comportamiento adquirido a fuerza de entender la literatura lejos de toda didáctica. El disfrute de la trilogía de Fresán es casi primitivo. Uno puede imaginarlo reventando una palabra contra otra para ver qué tiene adentro cada una. Para esta época en la que la literatura tiene problemas para diferenciarse de la realidad, la ciencia del caos fresaniana requiere de una conciencia inactual, el tipo de actitud incontaminada por el presente digital que se ponderaba en La parte inventada. El cierre de la trilogía es una novela-cortocircuito, un objeto que se apaga y se enciende con cada parpadeo producido en la lectura.

Contar una historia es siempre ponderar un nivel de percepción por sobre otro; pero darle una trama a la memoria es otra cosa. La memoria está siempre llena de ruido; pescar imágenes, fantasías y sueños en ese lugar es peligroso. Nunca se sabe lo que puede aparecer cuando se tira de determinadas cuerdas. La trilogía de Fresán tiene algo de monstruoso; parece el intento de crear una categoría donde pueda entrar absolutamente todo, un poco a la manera en que Borges pensaba el insomnio. Sólo el recuerdo entendido como una variante de la obsesión, pero diseñado como un método para preservar el asombro, puede alumbrar una ¿novela? total como esta. Si Barthes trató a Proust de “embalsamador”, esa línea de dementes que no deja de entender la literatura como un pozo en el cosmos capaz de tragarlo absolutamente todo merece otra etiqueta forense que pueda reflejar la extraña obsesión por las palabras que respira en todas y cada una de las páginas de esta novela hipnagógica.

Comentarios

Notas relacionadas

Literatura

Rómulo Gallegos 2015

Ayer el colombiano Pablo Montoya ganó el premio literario Rómulo Gallegos por la obra Tríptico de la infamia, según se dio a conocer en Caracas, Venezuela. En su novela, el escritor aborda la vida de los pintores Jacques Lemoine, Francois Dubois y Théodore de Bry para hablar de la vida en América durante la colonia. Roberto […]

viernes, 5 de junio de 2015

Literatura

Piezas sobre la traducción

Ciudad de México, 20 de enero.- Recientemente Entropía publicó Música prosaica (cuatro piezas sobre la traducción), autoría de Marcelo Cohen. «Soy traductor. Profesional. Esto quiere decir que traduzco varias páginas la mayor parte de los días de mi vida y que, como todo lo que uno hace habitualmente por necesidad o elección, traducir se me […]

martes, 20 de enero de 2015

Literatura

Cristina Rivera Garza: conversación

Hablamos con la escritora mexicana sobre su último libro de poesía, ‘La imaginación pública’, publicado por la Secretaría de Cultura

jueves, 9 de febrero de 2017

Optimized with PageSpeed Ninja