16 de agosto de 2017

La Tempestad

También las artes cambian al mundo

11/10/2025

Cine/TV

Líneas sobre el joven Kubrick

Aunque su autor la despreciaba, ‘Fear and Desire’ es una ópera prima que anuncia las virtudes que harían de Kubrick un clásico

Gabriel Rodríguez Liceaga | lunes, 6 de julio de 2020

Fotograma de 'Fear and Desire' (1953), de Stanley Kubrick

Tres eran los directores de “cine de arte” que destacaban durante mi adolescencia, y de los que se hablaba en los cineclubes y con las muchachas. Peter Greenaway, Krzysztof Kieślowski y Stanley Kubrick. Mi personal trinca de meros meros. Eran los años noventa, los tiempos de Jorge Campos.

De los tres, el que prolongó su fama hasta principios de este siglo es Kubrick. Su nombre estuvo escrito con letras tamaño humano en el zócalo de la nueva Cineteca Nacional al menos ocho meses. La cantidad de tiempo en que estuvieron pasando sus pelis y exhibiendo los maniquíes del Moloko y las máscaras de Ojos bien cerrados, entre otros props y vestuarios. ¿La gente ve su cine en los años veinte del siglo en turno? Sin duda. Yo, en cambio, dejé de venerar a Kubrick sin darme cuenta de por qué. Me fui por otras vías. Sin embargo siempre que el tema era puesto en la mesa, yo agregaba que el joven Kubrick era el que más me gustaba. Sus primeras películas seguían ancladas a algo dentro de mí. El problema es que yo también las vi estando muy joven. La enfermedad de mocerío.

Kubrick tenía poco menos que cuarto de siglo sobre este mundo de sombras y luz cuando decidió renunciar a su chamba de fotógrafo para hacer su primera película. Siempre la odió y no la bajó de exaltado experimento amateur. No son palabras literales. La leyenda dice que él mismo buscó y destruyó todos los registros que de la película existían; la odiaba, no quería que tú o yo la viéramos. Disfruté de Fear and Desire (1953) anoche. La película me pareció poco menos que una obra maestra. Filmado con un crew muy reducido, usando una carriola de bebé para los movimientos de cámara y activando un viejo tráiler con insecticida para crear la niebla del río, el filme empieza con una voz en off que dice:

There is a war in this forest.

Y en ese momento, la sobada magia del cine acontece. Hay una guerra, es indiscutible. Una guerra imaginaria entre rivales inexistentes. Hay acercamientos a los rostros de los personajes que son al mismo tiempo errores de continuidad y narrativa pura: una suerte de espejo roto que por azares del destino refleja la trama por sus ángulos menos comunes. Desde las escenas iniciales, y mientras nuestros héroes avanzan por el bosque, escuchamos un gentío de voces, escuchamos un ordenado fragmento de soliloquio sin saber qué soldado medita qué. Los iremos conociendo, sus voces internas se volverán más y más inquietas, hasta rozar la poesía. Todos son sabios a su manera, sabios y precisos y con un destino preclaro: la muerte.

Pasan cosas terribles en esta película breve y delirante. Hay una pescadora hermosísima amarrada a un árbol, un perro condecorado, ganas irrefrenables de matar a otro ser y un chavito que, excitado, pierde la razón. Las pistas del posterior cine de Stanley Kubrick están aquí, como un atajo de migajas de pan. ¡Qué bien le hace el cine del joven Kubrick a un Gabriel adulto y herido! Escribo esto tratando de memorizar lo que dice el soldado con Amok acerca de las manijas en las puertas. Ese soliloquio en medio de una guerra que sólo es probable en la escasa hora que dura el filme.

Curioso. Que yo recuerde no había props de esta película en la necia exposición de Kubrick de hace unos años.

Comentarios

Notas relacionadas

Cine/TV

«Trash», de Daldry

Hoy se dio a conocer el primer trailer de «Trash» (2014), la más reciente película del británico Stephen Daldry, director de «Las horas» (2002). El filme, que codirige Christian Duurvoot, presenta la historia de dos niños que encuentran una cartera en la basura. Cuando la policía aparece para ofrecer una generosa recompensa por el objeto se dan cuenta de que han encontrado algo de verdad importante.

viernes, 28 de agosto de 2015

Cine/TV

Calendario de venganzas

El tercer largometraje de Robert Eggers es una confirmación de sus talentos, pero también de las paradojas del cine industrial

miércoles, 13 de abril de 2022

Cine/TV

Tsai Ming-liang, nuevo filme

Hace unos días Tsai Ming-liang presentó a través de YouTube No No Sleep, su nueva película: un filme de 34 minutos que explora el tema de la belleza. Comisionado por el Festival Internacional de Cine de Hong Kong, la cinta presenta, a través de planos fijos de larga duración, a Lee Kang-sheng, a quien vimos […]

jueves, 28 de mayo de 2015

Optimized with PageSpeed Ninja