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16 de agosto de 2017

La Tempestad

También las artes cambian al mundo

18/04/2024

Artes visuales

Arquitectura libre: entrevista con Adam Wiseman

El nuevo proyecto del fotógrafo mexicano documenta las construcciones que surgen del envío de remesas, transformando el paisaje rural

Laura Pardo | martes, 15 de septiembre de 2020

Reserva del Peñón, Estado de México. © Adam Wiseman

Aún en proceso, Arquitectura libre rastrea la estética y el imaginario de quienes construyen sus viviendas con las remesas que reciben de los familiares que trabajan al otro lado de la frontera. En la carpeta con la obra, la arquitecta Natalia Gálvez explica que este proyecto fotográfico “es la prueba de que el México rural funciona como un laboratorio de arquitectura contemporánea. Las construcciones muestran tal creatividad, complejidad y técnica que algunos arquitectos aseguran que existe una escuela de arquitectura secreta en algún lugar del Estado de México”. Hablamos del trabajo más reciente de Adam Wiseman.

Temporalmente detenido por las condiciones de la pandemia, hay una forma en la que los espectadores pueden acceder a las fotografías de esta serie, y no es virtual: además de las cien carpetas creadas para venta se creó un tiraje especial para préstamo. Los interesados pueden solicitarlo en esta página; basta con pagar los gastos de envío y hacer un donativo –un dibujo, un poema o un cuchillo de plástico– para tener en casa un kit de exhibición durante quince días.

Conversamos con Wiseman sobre este trabajo, que resuena en la mente de cualquiera que ha mirado por la ventana al recorrer las carreteras de México.

Arquitectura libre

San Miguel La Labor / San Felipe del Progreso, Estado de México. © Adam Wiseman

¿De dónde surge la idea de fotografiar estas casas? ¿Cuándo empezaste a hacerlo con la intención de formar una obra en torno a ellas?

La idea nace de mi esposa, Annuska [Angulo]. Es vasca pero nos conocimos en Brooklyn, donde vivimos como novios. Cuando regresé a México ella me ayudó a ver el país con los ojos de alguien que lo ve por primera vez. Como muchos mexicanos privilegiados, yo no prestaba atención a ese tipo de arquitectura, pero ella sí. Ahí comenzó una conversación, me di cuenta de lo curiosas que eran estas casas y de cómo formaban parte del paisaje mexicano contemporáneo.

Tenía que enfrentar mis prejuicios y me tomé a pecho la sugerencia de Annuska: “Deberías hacer algo sobre ellas”. Mientras más me metía, más fascinantes resultaban las historias detrás de las casas y más atractivas me parecían. Empecé a conocer a gente que compartía el interés, gente que ya había investigado el tema a fondo: arquitectos, antropólogos, académicos, artistas… Con algunos decidí colaborar, y aprendí mucho de ellos; con otros compartimos locaciones, fotos en WhatsApp. 

Entiendo que iniciaste fotografiando casas en México y después el proyecto se amplió a otros lugares del mundo. ¿Qué motivó esta búsqueda fuera del país? ¿Elegiste los otros lugares por algo en particular?

Parte de mi propuesta para la beca del Sistema Nacional de Creadores de Arte fue explorar el modo en que este fenómeno, la arquitectura sin arquitectos y más específicamente la arquitectura de remesas, se manifestaba en otras partes del mundo. Hacer el registro e ilustrar diferencias y similitudes. Empecé con las comunidades romaníes en el pueblo de Huedin, en Transilvania, y recientemente trabajé en la India, sobre todo en los alrededores de Tiruvannamalai. Son lugares que encontré investigando.

Huedin tiene circunstancias muy parecidas a las de México en términos de remesas, pero las estructuras son distintas, más grandes, monumentales como palacios; se parecen más entre sí. En México se busca la originalidad, hay patrones que se pueden identificar en algunos detalles, pero cada casa termina siendo distinta a las demás. En Tiruvannamalai la autoconstrucción es llamativa, no tanto por la forma como por los colores y acabados, mientras que en México la maestría en el uso del concreto se evidencia en la forma. A pesar de estas diferencias me queda claro que las casas se podrían cambiar de país y no se verían fuera de lugar. La pandemia global frenó mis planes para ir a otros lugares en el mundo, espero poder retomarlo pronto. 

Arquitectura Libre

San Miguel La Labor / San Felipe del Progreso, Estado de México. © Adam Wiseman

¿Crees que la arquitectura de Freddy Mamani en Bolivia tiene el mismo detonador que las casas que retratas? Es decir, ¿detectas aquí una reivindicación o esta arquitectura libre tiene que ver más con la fantasía, los sueños, la nostalgia?

No me queda ninguna duda de que estas casas van más allá de la fantasía, los sueños y la nostalgia. El efecto Mamani en Bolivia es similar al efecto remesas en México. El antropólogo Pablo Landa, que escribió un ensayo revelador para este proyecto, habla del modo en que la arquitectura manifiesta los cambios de poder económico y por ende sociopolítico. La arquitectura colonial evidenciaba el poder de la Iglesia; el poder del Estado posrevolucionario se manifestaba a través de una arquitectura institucional moderna; ahora la arquitectura autoconstruida, de remesas, revela el enorme poder del inmigrante. 

Tu obra reciente (pienso en la serie Tlatelolco desmentido) reflexiona sobre los espacios, lo que compartimos en ellos y lo que no, y cómo nos definen. ¿Cómo se originó esta línea discursiva, adónde te gustaría llevarla?

La línea discursiva nace de mi formación como fotógrafo documental y mi frustración con los procesos tradicionales de este tipo de fotografía. Me interesa cómo suceden las cosas de manera azarosa y el modo en que esto se manifiesta en los espacios. Lo impredecible redefine nuestros entornos, por más que intentemos controlar y planear. Tlatelolco desmentido es una reflexión sobre el plan maestro del arquitecto Mario Pani y cómo los hechos históricos en Tlatelolco cambiaron esa visión. En mi caso, a través de una intervención comunitaria en la cual no tuve control, surgió una representación de lo que sucede en la actualidad, no estaba seguro de lo que iba a pasar. En conclusión: Tlatelolco se desmiente, Tlatelolco se define por sí mismo.

En Arquitectura libre existe esta misma inquietud de representar un fenómeno complejo a pesar de las limitaciones del medio. El lenguaje fotográfico vive actualmente un cambio, sobre todo la fotografía documental, que empieza a invadir los espacios de la expresión subjetiva. Este espacio entre lo documental y el arte me parece interesante. 

Cuando lo impreso está perdiendo relevancia cada vez más aceleradamente, ¿cuál es la intención de perseverar: imprimir las fotos y llevarlas a domicilio? 

Como con Tlatelolco desmentido, algo impredecible sucedió: la pandemia. Sentí que tenía que pensar la última fase del proyecto dentro de este contexto. El encierro permitió que me tomara un tiempo para reflexionar e intentar resolver nuevos retos. Siempre volviendo al espíritu de las casas, de cómo se construyen, sin seguir patrones, libres de cualquier sistema, sólo siguiendo deseos. Mis deseos incluyen exhibir el proyecto materialmente, y para esto tuve que inventar un sistema que se sale de los espacios formales de exhibición, que incluso se sale del mercado del arte. Inspirado por las construcciones de remesas, sencillamente identifiqué lo importante para mí y busqué la manera de lograrlo.

Arquitectura libre

Kit de exhibición casera de Arquitectura libre

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