La Tempestad

«Permanecer cómodo me parece una postura irresponsable; no importa si soy artista o no, soy un ser humano y estoy preocupado por lo que me afecta a mí y a los demás”, dijo esta mañana Ai Weiwei en la presentación de la muestra Restablecer memorias, en el MUAC. Acompañado de Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del museo universitario, el creador chino detalló su interés por los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, motivo de dos nuevas obras: una película y una reconstrucción de los retratos de los normalistas con piezas de LEGO.

Todas las imágenes son de ©Estudio Alós & Ponce

La actividad creativa de Ai Weiwei, habituado a tomar fotos y videos son su teléfono en todo momento, ha estado aparejada con su ejercicio de carácter social. Como activista ha criticado constantemente al gobierno chino por su postura sobre la democracia y los derechos humanos; como artista, por otro lado, ha hecho investigaciones sobre actos de corrupción y encubrimiento; destaca el caso del derrumbe de escuelas de Sichuan, luego del terremoto de 2008. El 3 de abril de 2011 Ai Weiwei fue detenido en el aeropuerto internacional de Pekín y estuvo bajo arresto durante 81 días sin cargos oficiales.

“To Be no es una película sobre los motivos de la desaparición,  sino de la vida de los familiares y los amigos que sufren la ausencia y esperan que regresen con vida los estudiantes”

Su estatura de rock star del arte contemporáneo, término al que se resiste, le ha generado un sinfín de oportunidades para mostrar su simpatía por los desplazados –ejemplos de ello son las películas documentales Marea humana (2017) y The Rest (2019)– y, también, censura a su persona y trabajo por parte del gobierno de su país. “En China hay miles de escuelas, pero no hay libertad, la prohibición no permite el diálogo; hace tiempo mi nombre no aparecía en la web, estaba prohibido, pero cuando se referían en Internet al chico gordo, todos sabían de quién se trataba; ¡hablo de mí y no de Cuauhtémoc!”, bromeó.

Restablecer memorias consta de varias novedades. Salón ancestral de la familia Wang (2015) es su mayor ready-made a la fecha: 650 m2 y 13 metros de altura; se trata de un templo de entre 400 y 500 años de antigüedad caído en desgracia que Ai compró en 2014. La pieza, que alude a la recuperación del patrimonio cultural para subsanar el trauma que significa el atentado contra el futuro, se exhibe por primera vez en Latinoamérica en la sala 9 del MUAC. La muestra presenta, también, un monumento que consta de una serie de retratos de los 43 estudiantes desaparecidos realizados con un millón de piezas de LEGO. En la elaboración de la obra, que remite a la estética colorida del arte pop, participaron estudiantes de la Facultad de Arquitectura, Diseño Industrial y Artes y Diseño de la UNAM.

Ai Weiwei informó que un viaje a México en 2016 propició la creación de To Be, un documental sobre los desaparecidos de Ayotzinapa. “No es una película sobre los motivos de la desaparición, tampoco sobre quién la perpetró, porque todos sabemos quién fue, sino de la vida de los familiares y los amigos que sufren la ausencia y esperan que regresen con vida los estudiantes”, detalló. La muestra dará anticipos del filme, aún no concluido, y realizado con un equipo mexicano.

Cuestionado sobre la idea del perdón, uno de los conceptos que podrían vincularse a su obra, que ensaya ideas sobre la memoria, Ai Weiwei dijo que “se trata de un concepto que plantea la pregunta de a quién se debe perdonar; no creo en eso, creo en la justicia”.

Ai Weiwei. Restablecer memorias se presentará en el MUAC del 13 de abril al 6 de octubre; en el MARCO de Monterrey, por otro lado, se verá del 28 de noviembre al 8 de marzo de 2020.