La Tempestad

Mañana se cumplen 70 años de la Liberación de Italia. El 25 de abril de 1945 el ejército alemán desocupó la parte central de la península, que como consecuencia de este hecho, y de la caída del gobierno fascista, se integró en la República italiana. En septiembre de ese año se estrenó Roma, ciudad abierta, la primera película de la trilogía de Roberto Rossellini sobre la posguerra, que se completa con Paisà (1946) y Alemania, año cero (1948). Siguiendo los pasos del corto Gente del Po (1943), de Antonioni, y del largometraje Obsesión (1943), de Visconti, Rossellini hizo un aporte mayúsculo al cine: elaboró una ficción a partir de la destrucción física y espiritual de las ciudades y sus habitantes.

 

Ayer el diario La Repubblica publicó una crónica del hecho que retomó el director italiano: Teresa Gullace, mujer que en la cinta interpreta Anna Magnani, fue asesinada durante su intento de llevar comida a su esposo, un partisano que se encontraba detenido por el comando alemán. Rossellini, un artista comprometido con su tiempo, creó una obra anticipó ciertas características del presente, de la afectación del entorno pasó al registro de la crisis ideológica, religiosa y política de Europa. Filmes como Stromboli y Francisco, juglar de Dios, ambos de 1950, o Europa ’51 (1952) dan cuenta de ello. El gran artista planteó, entre otras, preguntas todavía pertinentes: ¿qué sostiene la confianza en una lucha común?, ¿qué la derrumba?